Recorriendo Venecia: Curiosidades de la Basílica de San Marcos

Cuando viajamos, somos capaces de hacer cualquier cosa para ver los principales tópicos del sitio visitado.

Nos levantamos temprano, hacemos largas caminatas, pasamos calor y sed, esperamos largas colas y pagamos lo indecible con el fin de cumplir y ver los principales tópicos turísticos, tomar alguna fotografía y salir corriendo para intentar ver algo mas. Luego volvemos a casa, guardamos las fotografías y nunca más volvemos a recordar aquello que tanto trabajo nos supuso.

La Basílica de San Marcos es uno de esos reclamos turísticos que exigen un gran esfuerzo y pasan rápidamente al olvido.

Las fotografías nos permiten recordar y nos trasladan a aquellos días pasados en que disfrutamos del viaje. Así que he buscado aquellas fotografías que hice cuando visité Venecia y a continuación os las quiero mostrar.

La basílica de San Marcos tiene muchas curiosidades y cosas interesantes que ver. Os contaré las que, a mi parecer, me parecen más interesantes.

La basílica es una mezcla

Venecia llegó a ser una gran potencia económica. Los venecianos eran los principales comerciantes que controlaban la importación desde Asia. Se hicieron muy ricos comerciando con especias y otros objetos orientales. Establecieron una colonia comercial en la misma Constantinopla y llegaron a controlar gran parte del tráfico comercial del Imperio bizantino.

Por eso, tuvieron la capacidad suficiente como para traerse desde Oriente muchos objetos e incluso reliquias, entre ellas los restos de San Marcos.

Cuando los venecianos robaron en Alejandría las reliquias de San Marcos y las trajeron a Venecia se inició la basílica en el año 828. La obra se finalizó solo cuatro años más tarde. Este hecho fue absolutamente fundamental para conseguir que Venecia se convirtiera en la sede episcopal y ganará en importancia.

Si nos fijamos en su arquitectura comprobaremos que es una mezcla de estilos orientales y occidentales. Esto se debe a que existía una ley en la Venecia que obligaba a contribuir con un tributo para mejorar la basílica.

Como la República veneciana basaba gran parte de su comercio con el oriente, resultó que gran parte de los fondos con los que se hizo la construcción provinieron del saqueo de Constantinopla y es por eso que la basílica tiene un aspecto oriental.

La Pala d’Oro

Es el retablo mayor y se encuentra detrás del altar. Se inició su construcción a finales del siglo X y se terminó a mediados del XIV. Está confeccionado con ricas planchas de oro y plata, hermosos esmaltes pintados, casi 2000 piedras preciosas y mas de 500 perlas. Es una de las principales atracciones turísticas de la basílica.

El corazón del dogo

Venecia era una república dirigida por un mandatario electo que se denominaba “dogo”.

Cerca de la Pala d’Oro, siguiendo el curso habitual hacia la salida, encontramos en el suelo una losa distinta. En ella hay un dibujo de un corazón. En su interior se representa el gorro de un “dogo” y un erizo oscuro.

La piedra indica el cumplimiento del testamento del dogo Francesco Erizzo (1566- 1646). Este dirigente de Venecia quiso que su corazón fuera enterrado en la basílica de San Marcos. El resto de su cuerpo recibió sepultura en la iglesia de San Martino di Castello, cercana al lugar de su nacimiento.

La figura negra de la losa representa a un erizo, por el apellido del dirigente. Encima hay un gorro (el “corno dogale”) que empleaban los dogos de la República veneciana. Ambas imágenes están dentro del corazón.

Los mosaicos dorados

Al entrar, el templo me sorprendió por su oscuridad, por sus muros muy altos y por sus potentes columnas. Cuando mis ojos se adaptaron, observé unos altos techos cubiertos de teselas doradas, dando fondo a una serie de imágenes del antiguo y nuevo testamento. Son figuras sencillas que ilustran algunas escenas descritas en la biblia.

No está recargado. Es como un cómic.

Las cúpulas doradas de la entrada están iluminadas y, por tanto, se pueden ver mucho mejor.

Los mosaicos del periodo bizantino, es decir entre los siglos V al IX, se caracterizan por ser de colores vivos planos sobre fondos brillantes de oro. Se hacían así para que fueran bien contemplados desde la distancia ya que decoraban cúpulas y paredes altas.

Hay tanto oro que el edificio se apodó la Chiesa d'Oro (Iglesia del Oro). Imagino que el oro añadiría, con sus reflejos, luminosidad al templo, además de ostentosidad y santidad.

Es una enorme cantidad de mosaicos, en concreto 8000 metros cuadrados. Para hacernos una idea de lo que esto supone, os diré que un campo de fútbol mide 5000. Así que es una superficie cubierta por mosaicos de oro extensísima. Se fue elaborando a lo largo de 800 años y cubren las paredes, cúpulas y bóvedas de la basílica.

Los mosaicos contienen escenas del antiguo y nuevo testamento. También hay descripciones de algunos eventos de la vida de Jesús y de la Virgen María, así como representaciones de San Marcos y otros santos.

El Pantocrator

La cúpula central del templo es la más alta y en ella observamos la figura serena y sonriente del Pantocrator.

Es la figura de Cristo sentado en su trono. Con una mano porta las sagradas escrituras y con la otra nos bendice. El Pantocrator es una figura habitual de los templos románicos y bizantinos. El de la Basílica de San Marcos es impresionante.

Los caballos de bronce

Sobre los cinco pórticos hay una terraza. Desde la plaza de San Marcos, si miramos de frente la fachada principal, observaremos la terraza y en ella se alzan los cuatro caballos de bronce.
Éstos caballos fueron traídos desde Constantinopla.

No está claro si los caballos son de origen griego o romano. Los caballos sumaban parte de una cuadriga que presidía el hipódromo de Constantinopla hasta que en el año 1204 las tropas venecianas que intervinieron en la cuarta cruzada saquearon la ciudad y se llevaron a Venecia los caballos.

El dogo ordenó instalarlos en la terraza de la basílica de San Marcos en el año 1254.

Cuando Napoleón conquistó Venecia en el año 1797 ordenó llevar estos caballos a París para que fueron copiados en el diseño del Arco del Triunfo.

Los caballos fueron devueltos en el año 1815 tras ser derrotada las tropas francesas y permanecieron en la terraza hasta el año 1980 en las que se sustituyeron por unas copias. Actualmente los originales están en el museo de la Basílica para su mejor conservación.

Mi intención era visitar la terraza donde están los caballos de bronce famosos. Encontré una gran aglomeración y una enorme fila. Aguanté bastante hasta que se cumplió el horario cierre del templo. Me quedé con las ganas. No pude subir a la terraza ni ver los caballos. Otra vez será.

Los pavimentos

Pude hacer algunas fotografías de los pavimentos. Observé que están construidos con piezas de mármol de colores diferentes y que dibujan formas geométricas variadas. Lo que me llamó la atención y mas me gustó fueron sus formas tridimensionales. Por ejemplo, vi unas formas parecidas a tuercas y que formaban un círculo.

Los mosaicos de los pórticos describen un robo.

En la fachada principal podemos ver los cinco pórticos de la basílica. En los arcos de estas puertas se han reflejado imágenes las aventuras y el proceso de recuperación de las reliquias de San Marcos.

San Marcos fue uno de los cuatro evangelistas. Fundó la primera iglesia de Alejandría. Murió allí como mártir tras ser arrastrado por las calles dos días consecutivos.

Escribió el evangelio que recibe su nombre. No fue un discípulo directo de Jesús sino que siguió a San Pedro y de él obtuvo sus enseñanzas. Como divulgó la doctrina cristina en Egipto, se le denominó la “voz que clama en el desierto” y por eso se representa como un león, por su paralelismo con el rugido más potente africano.

Durante el tiempo que estuvimos esperando en la fila, antes de poder acceder a la basílica, tuvimos tiempo de fijarnos en los cinco pórticos. Los mosaicos de colores vivos reflejan los momentos mas importantes de la aventura para obtener las reliquias de San Marcos que estaban en Alejandría.

Cuenta la historia que dos mercaderes venecianos visitaron Alejandría y allí fueron al Santuario de San Marcos donde entonces se encontraban los restos del evangelista. En su visita, fueron alertados por los guardianes del santuario de que el gobernador musulmán quería destruir templo para apropiarse del mármol allí utilizado.

Por ello, los mercaderes decidieron sustraer las reliquias de San Marcos. Como “el que roba a un ladrón tiene 100 años de perdón” sustrajeron los restos del evangelista y los escondieron dentro de unos barriles donde se transportaba carne de cerdo.

En la aduana, los oficiales musulmanes no revisaron esta mercancía por su contenido, ya que en el islam está prohibido su consumo por considerarlo un animal sucio.

Los mercaderes venecianos, tras varias peripecias marítimas que casi les hace naufragar, consiguieron llegar a Venecia y
entregarle al dogo las reliquias de San Marcos.

Cuando el santo llegó a Venecia, se comenzó la construcción de la basílica en el año 828. Finalizada la obra, solo cuatro años más tarde, Venecia alcanzó muchísimo prestigio y se convirtió en sede episcopal.

Toda esta historia, como si de un cómic se tratara, se representó en los mosaicos de los pórticos de entrada a la basílica y la podemos seguir entretenidos desde la plaza.

Por eso me resultaron muy curiosos estos pórticos porque lo normal es encontrar imágenes del Juicio final, del Cristo en su gloria, de la virgen María o del Nacimiento. Pero reflejar escenas del robo efectuado de la reliquia de San Marcos, me impactó como algo bastante curioso y espectacular.

Para darle legalidad a la sustracción, en otro pórtico se ve al Papa ante las reliquias de San Marcos y, de esta forma, se reconoció la valentía y el trabajo desinteresado de los mercaderes venecianos que arrebataron los restos del mártir al islam. Hasta cierto punto encuentro lógica esta misión, ya que se trataba de rescatar al santo de terrenos infieles. Sin embargo, se sigue hablando del “robo” quizás, y esto son especulaciones mias, porque a la iglesia copta le habría gustado contar con la totalidad del cuerpo y no sólo con su cabeza.

El Campanile.

El campanario de la basílica no se encuentra unido a la basílica sino que se encuentra exento.
Se denomina compañía que tiene una altura de 98 metros.

Es uno de los símbolos más característicos de la ciudad de Venecia y se encuentra en una esquina de la plaza de San Marcos

El Campanile se inició su construcción en el siglo IX y se finalizó en el XII.
En muchas ocasiones ha sido alcanzado por un rayo e incluso se derrumbó completamente, por un problema de la cimentaciónen, en el año 1902,

10 años después se reconstruyó completamente manteniendo el estilo original.

En la parte superior hay una terraza desde las que se puede observar unas vistas panorámicas de todo Venecia muy espectaculare

Los tetrarcas

El saqueo de Constantinopla, durante la cuarta cruzada en 1204, trajo a Venecia un abundante botín de obras bizantinas.

Los tetrarcas son unas esculturas de mármol oscuro. Representan dos parejas de reyes caballeros
abrazados unos a otros. Están instalados en la fachada de la catedral y no se conocía su procedencia hasta que a mediados del siglo XX se descubrió su origen.

En las excavaciones arqueológicas del Gran Palacio de Constantinopla, en Estambul, se encontró uno de los pies perdidos de uno de los tetrarcas, con lo que pudo conocerse el origen remoto de esta escultura.

Las columnas del altar.

Seguramente serían también traídas desde oriente. Son columnas de mármol en las que hay grabados bajorelieves que cuentan escenas de la biblia. Se nota que son muy antiguas. Me gustaron mucho porque pude verlas desde muy cerca. Se encuentran al lado de la Pala d’Oro.

Éstas son algunas de las curiosidades que, a mi manera de ver, existen en la Basílica de San Marcos. Las “curiosidades” son como pinceladas de un cuadro. Todas juntas componen una obra, en este caso la basílica de San Marcos. Con ellas, espero haberos dado una visión de este magnífico monumento bizantino situado en Venecia.

Con esta publicación terminó la serie sobre mi visita a Venecia. Hay muchas fotografías y muchas más cosas que, de momento, se han quedan en el tintero. Prometo que retomaremos este viaje mas adelante. Ahora quiero dar un cambio y enseñaros algunas cosas muy interesantes que he visto últimamente. En la próxima publicación os mostraré el “Poema del mar”, un magnífico acuario que se encuentra en Las Palmas de Gran Canaria. Os aseguro que os va a gustar. Hasta pronto! Nos vemos!

 

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