El David de Miguel Angel (Primera parte).
El año pasado visitamos Florencia y, en nuestro viaje, nos empapamos de Renacimiento, de familia Medici y de Miguel Angel.
Cuando llegamos, en nuestra primera salida, dimos un paseo por el centro y admiramos el David esculpido por Miguel Angel Buonarotti que está en la plaza de la Signoria.
Durante este viaje, hice muchas fotografías de esta fabulosa escultura y, desde hace tiempo, os las quiero mostrar, pero antes os contaré su historia.
Historia de un encargo
Miguel Angel recibió un magnífico encargo de la República de Florencia en 1501. Se le pidió que esculpiera una estatua de grandes dimensiones que representara a David, el personaje bíblico que había derrotado al gigante Goliat.
David fue un joven pastor que defendió al pueblo israelí en su guerra contra los filisteos. Tras vencerlo, se convirtió en el rey de Israel y los filisteos en sus súbditos.
La Florencia de principios del siglo XVI iniciaba su recuperación tras la parálisis artística y cultural que supuso el periodo de fanatismo religioso de Girolamo Savonarola. Cuando el predicador dominico acabó en la hoguera, en 1498, Florencia comenzó de nuevo su renacimiento.
Casi cuarenta años antes, la familia Medici gobernante quiso emplear un gran bloque de mármol de Carrara para la realización de una escultura del joven rey David. Era un mármol muy especial y de gran calidad, por lo que encargaron la obra a diversos artistas, sin que ninguno consiguiera finalizarla. El mármol se encontraba abandonado en los almacenes de la ópera del Duomo, es decir, la institución que se ocupaba de la construcción la catedral de Florencia.
El encargo de la República de Florencia era muy complicado. Había que reelaborar una figura que ya había sido trabajada anteriormente por otros escultores. Aún así, Miguel Angel aceptó el reto y decidió esculpir el David con el mármol abandonado.
Miguel Angel había estado en Roma durante la dictadura religiosa y allí había alcanzado renombre y fama tras esculpir La Piedad que podemos admirar en la basílica de San Pedro.
El propósito era culminar la obra en dos años, pero Miguel Angel no pudo cumplirlo puesto que insistía en trabajar solo. Era un genial artista muy desconfiado y prefería trabajar sin ayudantes. Allí trabajaba el maestro noche y día. Sólo descansaba unas pocas horas, en el suelo, sin alejarse nunca de su obra.
Finalmente, la escultura estuvo terminada en 1504. Los florentinos pudieron admirarla y todos ellos estaban muy emocionados. No se veía una obra tan monumental desde la antigüedad !
El David era tan grandioso y espléndido que fue evidente que la obra había que ubicarla en la plaza de la Signoria.
El coloso estaba cargado de un importante significado civil y político. El David era una auténtica metáfora de la renacida República de Florencia.
En el Antiguo Testamento, en el libro de Samuel, está escrita la lucha desigual entre el joven pastor David y el guerrero gigante Goliat. El ejército de los filisteos se enfrentó al israelí y cuando las líneas de batalla se encontraron frente a frente, antes de enzarzarse en una sangrienta batalla, el gigante Goliat desafío al ejército judío para que un hombre luchase contra él en un combate cuerpo a cuerpo.
Goliat retaba al amedrentado ejército israelí y les prometía que el resultado de la lucha determinaría qué ejército domiraría sobre el otro, evitando así una masacre.
Cada mañana y cada atardecer, el enorme Goliat desafió al paralizado ejército de Israel que permanencia aterrorizado. Ningún soldado de Israel tenía el suficiente valor para aceptar semejante reto.
Después de cuarenta días, un joven pastor llamado David aceptó el reto. El chaval era conocido por su templanza e ingenio.
David luchó por la libertad de su pueblo en una lucha desigual y este hecho tenía un paralelismo evidente con la nueva República de Florencia que había renacido, pocos años antes, venciendo a la dictadura de sotanas y a las naciones europeas que la sustentaron.
Como “El David” encajaba a la perfección con el símbolo de la virtud republicana, se decidió emplazarla en la plaza de la Signoria, el centro de la vida de publica de la ciudad. Allí permaneció hasta 1873, momento en que se decidió sustituirla por una copia y llevar el original al museo de la Academia.
Pero la descripción de este museo y de “El David” emplazado allí lo dejaré para la siguiente publicación. Os espero...
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