Visitando el Teatro Massimo de Palermo, el mayor de Italia.
El gusto de los sicilianos por la música supera lo razonable. Un ejemplo de ello es el Teatro Massimo de Palermo porque es el mayor de Italia y el tercero en dimensiones de Europa.
El exterior tiene una estructura neoclásica con un frontón triangular, seis columnas y unas escaleras que realzan su monumentalidad. Detrás hay una enorme cúpula semiesférica, de muy compleja construcción, que puede abrirse para mejorar la ventilación del recinto. Todo ello tiene una cierta inspiración en la arquitectura griega y romana.
Cuando lo visitamos estaba decorado de navidad y el centro de las escaleras estaba adornado con un alfombra de flores de pascua.
Se construyó a finales del siglo XIX y se inició con el proyecto del famoso Giambattista Filipo Basile, aunque fue terminado por su hijo Ernesto.
Sólo admiten visitas guiadas. Cuesta 8 euros y dura 30 minutos. En la entrada hay una maqueta muy interesante que es lo primero que te explican en la visita. Se entiende muy bien en italiano.
Sobre la maqueta está el busto del arquitecto G.F. Basile.
Este magnífico teatro le fue dedicado al rey de Italia Víctor Manuel II y parece ser que este soberano “metió la pata” cuando lo inauguró, pues agravió a los habitantes de Palermo con una desafortunada frase “Palermo no se lo merece”. Tal vez quería indicar que era exagerado el gasto realizado para las necesidades más acuciantes que debía tener la ciudad. Los habitantes de Palermo, orgullosos, se enfadaron y decidieron que, a partir de entonces, las butacas del Palco Real se venderían y emplearían como cualquier otra butaca, sin tener la exclusividad del alto destinatario real.
Al lado izquierdo de la platea hay un salón circular que es famoso por tener una acústica especial porque en la zona central se escucha perfectamente cualquier sonido realizado sin demasiada intensidad y desde cualquier parte de la sala.
El teatro tiene capacidad para 1135 butacas de espectadores, entre el patio y los palcos distribuidos a lo largo de 6 pisos.
Las paredes, están completamente paneladas con madera de cerezo, por sus excelentes cualidades acústicas.
El techo es una rueda dorada que representa el triunfo de la música. Se puede abrir para que salga el aire caliente y se mejore la ventilación.
Vista del escenario desde el Palco Real.
El Teatro Massimo sufrió un largo periodo de abandono y fue restaurado hace 20 años.
Como curiosidad, hay varias escenas de la última parte del Padrino III que se rodaron en este teatro.
En el exterior hay dos kioscos estilo Liberty, muy bonitos. Uno de ellos totalmente de hierro forjado.
Hay frecuentes representaciones de ópera y también de danza. Si tenéis opción, intentar conseguir una entrada. Nosotros tuvimos la mala suerte de que no había nada programado en la fecha que fuimos.
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