L´Opera dei Pupi (Teatro de marionetas), un clásico siciliano.
L´Opera dei Pupi (Teatro de marionetas), apareció en Sicilia a principios del siglo XIX, no se conoce exactamente el origen, aunque es muy probable que este espectáculo fuera importado desde España. Se conoce de antiguo esta afición en la península ibérica. De hecho Cervantes escribió sobre un teatro de marionetas en el Quijote (siglo XVI).
Fuente: http://panormus.es/Palermo/La-Kalsa/Museo-de-las-Marionetas.html
El argumento de las historias se inspiraba en poemas épicos caballerescos, por lo general, aunque también en historias de santos o de los evangelios. Algunos protagonistas de estas historias fueron, por ejemplo: Roldan, el rey Roger, Carlomagno…), o también personajes de la ópera (por ejemplo: Orlando). En la representación se ensalzaban los modelos de comportamiento virtuoso. Así, el héroe es honesto, solidario, valiente, generoso y leal a su amada idealizada. Como bien hacía nuestro hidalgo don Quijote, combatiendo “desfaciendo” entuertos y defendiendo a los indefensos. Eran personajes que cumplían con rigor los valores morales de la civilización europea, en oposición a la cultura islámica.
Eran empresas familiares que formaban una compañía, a veces itinerante. La tradición se fue pasando de generación en generación. Antaño eran muy populares y era un modo clásico de entretenimiento.
Había artesanos especializados en su fabricación. Actualmente persisten estas tiendas/taller donde se les ve trabajar.
En tiendas atiborradas el artesano y también vende al público.
Fuente: http://panormus.es/Palermo/La-Kalsa/Museo-de-las-Marionetas.html
Las marionetas son de madera en la parte de piernas, cabeza, brazos y manos. Pero las bisagras y varillas son metálicas para hacerlas mas resistentes. La cabeza es la parte más compleja de hacer. Finalmente, las marionetas las visten con armaduras o tunicas.
Fuente: http://panormus.es/Palermo/La-Kalsa/Museo-de-las-Marionetas.html
La “Opera dei pupi” tuvo una gran aceptación entre el público sencillo de Sicilia y se mantuvo muy popular durante aproximadamente 150 años. Sin embargo, la “Opera dei pupi” tuvo un periodo de decadencia, en su competencia con el cine o la televisión. Muchos puparo tuvieron que dejar la profesión y vender sus marionetas.
No obstante, actualmente sigue con vida ya que el turismo lo ha revitalizado.
Además, en Sicilia se ha promocionado su mantenimiento como un bien de interés cultural ya que esta actividad ha sido declarada Patrimonio intangible de la humanidad.
El turismo ha contribuido a disminuir la calidad de los espectáculos que normalmente se destinaban a un público local, pero, por otro lado, ha estimulado que se vendan más marionetas como en forma de souvenir.
Los pupi son marionetas que maneja el puparo mediante una o dos varillas de hierro. Una de las varas esta clavada en la cabeza del muñeco.
La cabeza del pupi se une al cuerpo mediante un gancho o bisagra que permite el movimiento del cuello, gracias al vigor y la fuerza del pupero que lo manipula.
Hay dos escuelas fundamentales de marionetas. Una se desarrolló en Palermo y la otra en Catania. Las marionetas son diferentes, tienen una tipología diferente. En la escuela de Palermo la marioneta mide unos ochenta centímetros de alto y pesa unos 8 kilos, mientras que en la escuela de Catania la marioneta es más grande, su altura llega al metro y cuarenta y puede llegar a pesar hasta 35 kilos, sus piernas son rígidas para descansar el peso.
En las marionetas de Palermo hay otra varilla que está sujeta al brazo derecho. Con esta se consigue que el muñeco enfunde y desenfunde la espada y hace posible los espectaculares combates con la espada de gran realidad. La visera, el pupero de palermitano la puede subir y bajar con la mano del pupo
En los teatros de Palermo, el pupero se sitúa a la misma altura del escenario y sostiene en vilo las marionetas. El pupero las maniobra desde los laterales extendiendo los brazos. De ese modo, las marionetas pueden moverse por todo el escenario, que es más amplio que en Catania, y puede interactuar con otras pupis dialogando, abrazándose o combatiendo espectacularmente con sus espadas. Además, al no ser tan pesada la marioneta el pupero puede dar la voz al muñeco que está maniobrando.
La marioneta palermitana es mucho más ágil de la marioneta catanesa y puede contar con un repertorio de movimientos más amplio. Por ejemplo, es capaz de arrodillarse y, sobre todo, desenvainar la espada (las marionetas de Catania, si están con sus armaduras, siempre tienen las espadas desenvainadas). Sin embargo, al ser tan pequeñas, el teatro también debe de adaptarse a su reducido tamaño, por lo que el teatro palermitano es más pequeño del catanés y tiene un número de plazas que nunca llega a las cien (el teatro de marionetas de Catania puede tener más de doscientas plazas).
Las paredes del teatro se cubrían con carteles que representan escenas de las obras.
Los pupi de Catania son de mayores dimensiones y más pesados. Al ser más grandes, se veían mejor en una sala más grande, obteniendo una mayor rentabilidad al espectáculo. En los teatros de Catania podían llegar a ser el doble de amplios. Sin embargo, para poder manejar estas marionetas tan pesadas y grandes el puparo se tiene que poner inmediatamente por encima, por lo cual el escenario es menos profundo.
En Palermo hay un espléndido Museo de marionetas, muy recomendable.
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