La Catedral de Monreale, una de las más bellas de Europa.
La catedral de Monreale forma parte del conjunto «Palermo árabe-normando y las catedrales de Cefalú y Monreale», que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2015. Como indiqué anteriormente al visitar la Capilla Palatina, lo que les hace importantes a todos estos monumentos medievales es la grata fusión y simbiosis de estilos árabe y normando.
La catedral se inició en 1172 por Guillermo II que quería superar a su abuelo Roger II que había construido antes la Capilla Palatina. Cuenta la leyenda que la Virgen María se apareció en sueños a Guillermo II y le rebeló donde estaba enterrado un tesoro que había dejado escondido Roger II y, así mismo, le indicó que éste debía ser destinado a la construcción de un templo. Guillermo II deseoso de competir con otras iglesias magníficas de Occidente y de hacer sombra a su abuelo, se embarcó en la construcción de este santuario tan esplendido que se terminó solamente en 10 años.
Junto a la catedral se edificó un monasterio de la orden benedictina que tiene un bonito claustro que no hay que perderse. La catedral es famosa sobre todo por los magníficos mosaicos dorados que recubren todo su interior. En ellos se representan escenas evangélicas del Antiguo y del Nuevo Testamento.
La catedral mide 102 metros de longitud y consta de 3 naves (lo típico de los templos bizantinos).
Las naves están separadas entre sí por nueves columnas con capiteles corintios.
Absolutamente todas las paredes están decoradas de mosaicos lo que representa 6430 metros cuadros.
Era típico de los bizantinos el empleo masivo de mosaicos como elemento decorativo en vez de esculturas. Esta influencia bizantina sobre el arte normando (una variante del arte románico) hizo que se emplearan tanto los mosaicos en la decoración.
Los mosaicos son de elaboración exquisita y están fabricados con esmalte, pigmentos y pan de oro aplicado a las teselas de vidrio, lo que les hace especialmente brillantes.
Absolutamente todas las superficies de las paredes están recubiertas por mosaicos y para su fabricación se necesitaron 2.200 Kg de oro.
Impresiona nada más entrar el Pantocrátor que preside magnífico el ábside central y es de un tamaño considerable.
A un nivel inferior y también grandiosa se representa la Virgen María, algunos ángeles y algunos santos.
El Pantocrátor es la imagen de Cristo sentado en su trono, bendiciendo con la mano derecha y sosteniendo con la izquierda el evangelio. El pantocrátor es una figura habitual en las iglesias románicas y bizantinas.
Los resplandecientes mosaicos dorados hacen brillar las cúpulas y las paredes.
Por su carácter didáctico, las escenas de la nave central son verdaderas lecciones a través de las imágenes. Utilizaban las paredes para representar escenas del testamento y de la vida de los santos. Era la forma de enseñar a los feligreses estos pasajes de la biblia, ya que la gran mayoría de ellos no sabría leer en el siglo XII. En aquella época se seguían los principios pontificios que había marcado el papa Adriano I, en el año 787, según los cuales el arte se subordina a la religión y a la liturgia. De tal forma que los fieles recibieron las enseñanzas a través del arte.
La temática de las escenas representadas en las paredes abarca desde la Creación hasta la Pasión de Cristo, con una cronología lineal en el sentido de las agujas de un reloj.
Creación del mar y la tierra.
También están representados algunos hechos de la vida de Cristo, como por ejemplo Jesús lavando los pies a sus discípulos.
El ábside izquierdo se dedica a San Pablo, siempre representado calvo, y recogen escenas representativas de su vida.
El ábside derecho se dedica a San Pedro.
En un nivel superior se representa su martirio, ya que San Pedro, fue crucificado boca abajo por su propio deseo expreso, ya que no quería morir de igual forma que Cristo
En el transepto lateral derecho están los sarcófagos de los Reyes Guillermo I y II, así como de la reina Margarita de Navarra (madre de Guillermo II).
Se conservan los pavimentos originales con motivos decorativos geométricos árabes. Los dibujos geométricos de mármol y mosaico del pavimento, evitando la representación de figuras humanas o animales, son de estilo árabe
Un consejo: Alquilad el audioguía porque verdaderamente vale la pena. Por último, os aconsejo madrugar para poder disfrutar de este templo sin la llegada masiva de turistas, que acuden en masa desde los cruceros.
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